Había visto la primera parte del documento de Salvados sobre la peligrosidad de las redes sociales. Peligrosidad que se acentúa cuando se trata de menores, cuyo crecimiento neuronal aún está en la fase más débil de su crecimiento.
Siempre hemos sabido que la adolescencia es una fase capital en el desarrollo de la personalidad de una persona. En esa fase se establecen los pilares de lo que será el núcleo de sus convicciones, de su comportamiento y que es en esa fase donde se cristaliza la relación yo/tu/nosotros/vosotros.
Esta segunda parte me ha resultado más difícil de masticar que la primera. Lo que nos han relatado los trabajadores (controladores de contenidos) de Meta (Facebook e Instagram) que se supone están por velar la profilaxis de los contenidos, es sencillamente devastador: Violaciones, asesinatos, desmembramientos, suicidios en vivo, pederastia generalizada.
A cualquiera, le supone sorpresa e incluso una cierta desconfianza todo lo relatado. No puedes dejar de preguntarte aquello consabido del...
Pero si a mí, me censuraron una foto porque se veía un pezón...! ¿Cómo puede ser?
Y efectivamente, todo esto resulta difícil de entender. Pero está ahí, certificado por profesionales de la salud a la que tienen que acudir los supuestos controladores que llegan a sufrir Síndrome de Estrés Post Traumático.
¿Y qué nos dicen estas gentes?
—Nos dicen que tienen la meridiana impresión de que a Meta (también TikTok) les importa un carajo lo que está ocurriendo y no les dispone de las herramientas, ni tiene interés en perfeccionar el algoritmo, que pueda combatir el fenómeno. Prima el dinero. La avaricia del Sr. Mark Elliot Zuckerberg no tiene freno. Quizás no sea casual que sea y practique el judaísmo. (Y me importa un guisante que se me tache de sufrir judismo-fobia, por no llamarlo de otro modo).
No puedo quitarme de la mente, la cara de póquer de Zuckerberg en el juicio que tuvo lugar cuando Arturo Berjar, exdirectivo de Facebook lo denunció.
No puedo quitarme de la mente, la cara de póquer de Zuckerberg en el juicio que tuvo lugar cuando Arturo Berjar, exdirectivo de Facebook lo denunció.
Después de haberme creado una cuenta, (un año y medio después de haber cerrado la anterior), por razones relacionadas con mis antiguas actividades docentes en fotografía, ya vuelvo a tener la duda de la conveniencia de alimentar esa máquina trituradora de humanidad, como alguien la ha calificado.
En cualquier caso, quizás esté bien continuar la cuenta y usarla para participar en denuncias.
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actualidad
Por eso me intento zafar del Facebook, del tik tox y de X, de instaram ydemás de red, y escribo lo mínimo, no es que no quiera contestar por ahí, pero no quiero sumar datos. Es mi guerra particular.
ResponderEliminarUn abrazo
Tik Tok, ni en broma.
EliminarFacebook, por compromisos. 33 amigos de los cuales 11 son los que me obligan «entre comillas». Pero no añado nada personal. Ni siquiera fotos personales.
Instagram en el caso de los fotógrafos es como un binomio cerrado con Facebook, Debo estar en los dos.
En cualquier caso, como que me he vuelto «militante y opositor» y he empezado a denunciar, creo que no tardarán en cerrarme las cuentas.
Ja he vist el programa d'ahir. que vols que et digui, no m'han dit res que no sabes, car la Vanguardia ha informat àmpliament del tema en més d'una ocasió. La diferència rau en el fet que ara sents la veu en directe de les persones afectades laboralment per desenvolupar aquesta feina tan ingrata.
ResponderEliminarSalut.
Esto es la lucha de David y Goliat.
ResponderEliminarNo entiendo cómo los gobiernos no presionan para legislar al respecto y exigir el cumplimiento. Puedo llegar a comprender que a las empresas les importe todo una reverenda mierda con tal de ganar dinero, pero las consecuencias que provocan todos esos contenidos y que llegue a gente joven acabaremos pagándolo todos.
Bah, cuando hablo de estos temas no puedo dejar de sentir mucha nostalgia por el pasado. Ya me parezco a mis padres
Bicoss
😂😂
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