Lo dicen los sabios:

 Lo bueno, si breve, dos veces bueno.

Y yo tengo la osadía de pensar que ocurre lo mismo con la información: Si breve y concisa, resulta más comprensible y exacta. Así pues, y después de marearme un poco en la ayuda de Blogger (en inglés) hago un resumen escueto del tema anterior: los comentarios (moderados/no moderados)


1er caso: Tú, no moderas los comentarios.


Independientemente de si aceptas comentaristas anónimos o solo cuentas de Google, en el caso de que no moderes, Blogger aplica algoritmos de control y si detecta algo que el algoritmo entiende como posible spam, (y ya te digo yo, que se equivocan muchas veces), entonces te lo ofrecen condicionado a que TÚ lo apruebes. Nadie me sabe decir que valores maneja ese algoritmo y qué cosas tiene en cuenta. O sea, como te coja manía, vas listo.

2º caso: Configuras los comentarios en el modo de moderación.


Cuando así lo haces, entonces (y usando la jerga de Blogger) la plataforma desconecta el poder ejecutivo del algoritmo. Seguirá analizando el comportamiento de los usuarios, pero no intervendrá para frenar la publicación. Papa Blogger confía en tu buen juicio para que dejes el comentario publicado o bien lo elimines.