Por si no hay nubes

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Este es tu cielo nocturno alrededor de las cuatro de la madrugada. Y con ligeras diferencias de situación, esto es lo que podrás ver. Si no puedes dormir o eres de los que necesita visitar el lavabo por la noche, podrías aprovechar y darle un vistazo. Necesitas tener acceso a la zona del cielo entre el Oeste y el Norte

Sirio: un punto muy brillante que en realidad son dos, pero que a vista desnuda no los distinguimos. Los vemos como uno solo. 

Betelgeuse: A veces la confunden con Marte. Una estrella mucho más grande que nuestro Sol y que está en plena fase de decadencia (moribunda). La distinguirás porque es rojiza (levemente)

Jupiter: El gigante de nuestro sistema planetario. Brillante como pocos astros, compite con Venus en belleza. —¿Tienes unos prismáticos?— Con ellos y un buen pulso o acoplados a un trípode, podrás ver su famosa mancha roja. Una tormenta, en forma de torbellino, que lleva cientos de años dando vueltas sobre sí misma.

Pleiades: Un cúmulo estelar que despierta imaginaciones. Esta vez tus prismáticos deberán ser un poco potentes y el cielo deberá estar libre de contaminación lumínica.

Y ya que mencionamos a Venus, lo podrás ver justo en el mismo punto por donde se ha puesto el Sol, (Este-Sudeste) pero, claro, un poco después, cuando ya sea oscuro. Lo verás acercándose al horizonte hasta desaparecer.