¿Redes o telarañas?

Parece que aunque sea de forma muy tímida, empiezan a escucharse (quizás debería decir, simplemente oírse) voces del periodismo y medios en general, que ya hablan de la necesidad de no seguir haciéndole el juego a las redes sociales cuyo modelo y algoritmos, no respetan los valores democráticos de nuestra sociedad europea. Y hablamos de «europea» sin soberbia. O sea; como se suele decir, que cada palo aguante su vela y si por ejemplo, a la ciudadanía norteamericana, no le molesta ese modo de funcionar, con claras intenciones manipuladoras (especialmente en lo político, aunque no solo), ese desprecio por el rigor informativo, y la convivencia con la mentira más descarada, etc. pues ¡allá ellos! 
En esta cuestión ya prácticamente nadie, medianamente culto y con un buen grado de sensatez, desconoce quienes son los enemigos del equilibrio informativo. Y tampoco desconoce quienes son los que están manipulando el buen orden de los planos democráticos y finalmente nadie desconoce tampoco como sus plataformas o redes sociales (llámalo como prefieras) se han convertido en herramientas cuyo propósito solo responde a sus oscuros intereses y el alineamiento a los otros intereses de gobiernos igualmente oscuros. Y, sin embargo, nadie reacciona.
Hay que dejar de seguirle el juego a Elon Musk y a Mark Zuckerberg como primeras dianas a las que dirigir un ostracismo en el uso de sus redes, a saber Twitter, Facebook e Instagram. 
En el segundo frente, podríamos hablar de SnapChat, TikTok.
Esta campaña es terriblemente difícil, pero empieza por ti y por mí. Si te fijas, en mis dos blogs no hay ni una sola mención a estas redes. Los botones de compartir posts (que aunque sirven para bien poco) tampoco muestran esas redes. Me di de baja de Twitter y mantengo inactivas Facebook e Instagram y eso a pesar de que en su día fueron excelentes para cuestiones relacionadas con mi fotografía.
Ojalá la opinión pública, agarre fuerte sus megáfonos y la idea que ya he escuchado, de crear alternativas europeas bajo nuestra legislación, cristalice.

Podría haber adornado gráficamente esta entrada, con sendos logotipos de los mencionados. Pero no; ni eso. A esos, ni agua.