Ahora... solo estamos aquí para más tarde ser recuerdos para nuestros hijos.
Cooper a su hija Murph (Interstellar)
Fue una frase que Christopher Nolan el autor de la novela le puso sobre la mesa a Hans Zimmer, el compositor de la música de la película, refiriéndose al conflicto por la separación del padre astronauta, de su hija y la enorme angustia de no saber cuántos años pueden transcurrir en la aventura espacial que se plantea en el relato.
Lo cierto es que la película está cargada de recordatorio de valores humanos.
Pero más allá de la ficción, este pensamiento realmente invita a la reflexión. Contiene mucha verdad. Realmente, llega un momento, cuando ya no estamos presentes en la cotidianidad (y no me refiero exclusivamente a la muerte) con nuestros seres queridos; desde los hijos, hasta los amigos, desde los padres hasta la pareja, por la causa que sea, entonces efectivamente somos lo que ellos recuerdan que somos.
Ser un recuerdo implica dedicar un esfuerzo al logro de moldear el mejor recuerdo. Conviene tenerlo en cuenta.



Tiene un poco que ver con lo que comenté en la anterior (en realidad siguiente) entrada: el deseo de convertirme en recuerdo, en buen recuerdo, para aquellos a quienes amo. Y, como dices, eso sólo lo podemos hacer cuidando nuestras acciones cuando aún estamos. Otra cuento es lograrlo.
ResponderEliminarBicoss
Es bueno recordarlo y refrescar el propósito.
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