A esos que se hacen explotar con un cinturón de bombas. Si creen que les esperan 70 y pico vírgenes dispuestas a darse el lote, lo tienen claro. Ni siquiera tendrán la oportunidad de llevarse un chasco.
Y a los que se pasan la vida haciendo rodar molinillos de oración, o juguetean con las cuentas de su misbaha o declamando las letanías de la Virgen. A esos que creen en el túnel de luz, la aparición de los seres queridos, la bienvenida de Jesus.. .A los que escuchan fantasías semejantes...
Ni cielo, ni infierno, ni limbo, ni purgatorio. Ni transmigración, ni reencarnación.
Nada. Nada de nada.
Nothing.
Y entonces, entrando en cólera, totalmente fuera de sí y enrojecido, se dirigió al conferenciante y exclamó:
—¡Y tú qué sabes, incrédulo ignorante !—
—Lo mismo que tú de lo contrario, ingenuo ilustrado!— respondió.
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antropos
De lo del más allá poco sabemos acá. Si hay o no hay o deja de haber.
En fin, bona nit
Poco sabemos, dices. Yo creo que nada. Otra nada a añadir a la cuestión. Y ante un desconocimiento tan profundo, uno solo puede hacer dos cosas: O acogerse a fábulas consolatorias, o ceñirse a no especular y vivir la vida sin preocuparse de aquello que es inevitable y nada (de nuevo) controlable.
Lo único que tengo seguro, es que vuelvo a "no ser", convertido en gusano. Y como premio especial, me conformo con "mantillo" de una cepa que se plante mirando al mar.
Qué risa me produce lo del más allá. El más allá está en este acá. La mitología de las religiones del LIbro son todas coincidentes y no sé cómo pueden andar entre ellas siempre a la greña. ¿Porque se disputan poder sobre las masas? ¿Porque las cúpulas y los clérigos de todas ellas obtienen pingüen beneficios?