Posiblemente y poco se habla de ello, la novedad es el inicio de un nuevo "cuarto de siglo". Una unidad de tiempo que muchas veces es patrón de medida para los historiadores. Dejamos atrás el primer cuarto del siglo XXI. Y nos parece lejano aquel uno de enero del 2000, cuando todo el mundo expectante, esperaba ver el desastre preconizado por oscuros intereses que anunciaban una caída total de los sistemas informáticos que llevaría al caos energético, de transporte aéreo... Pero los aviones volaron, los niños siguieron naciendo y con más o menos sudor frío, todo siguió en orden.
No repasaré los aconteceres de estos últimos 25 años. De eso ya se encargan y lo hacen muy bien, otros blogs, los medios etc. No; prefiero centrarme solo en una reflexión tan breve como oportuna, creo.
Esta vez, el reto no está en el reloj interno de los procesadores de nuestras computadoras. Ojalá los aconteceres a los que nos enfrentamos, fueran solo cuestión de adaptar el software social. Pero mucho me temo que ese software está lleno de virus y los "bugs" son cada vez más descuidados por los "sysops" (operadores de sistema). El reto para 2050 es mayúsculo. Sé, con toda seguridad, que mi participación en el reto es tan mínima que solo puedo ofrecer una mirada indulgente y comprensiva, sin olvidar que muchos de los factores del reto a superar, son causados por la displicencia, cuando no, negligencia de la generación que me ha tocado vivir.
En 2050, yo cumpliría 100 años. Seguramente esos tiempos serán (serían) muy incómodos para un centenario.
El Sol intenta mostrar su luz, pero el día, en mi lugar, amanece nublado
Feliz año y mucha suerte a todos.
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Des de la Creu Alta amb sol, i un matí una mica enteranyinat. Bon any nou!
Molt bon any, Francesc.
No son nada cuando se han cumplido. Que se lo pregunten, si no, a quienes hayan estado en la cárcel. Salut!!!
Depende de la calidad de vida del centenario. Llegar a cien años con lucidez es un éxito, después hay, no nos olvidemos, otra clase de imponderables: si hay gente dispuesta a compartir tu vejez, y sino existe esta posibilidad a ver si hay posibles para poder estar en una residencia decente y mil detalles más en la que no deseo entrar, precisamente, en detalles.
Veinticinco años son una eternidad dependiendo en el lugar en que te encuentres. Si estoy como ahora no me importaría retirarme de la circulación dentro de tres, a los setenta y cinco.
Creo que para ver lo que veo ya es suficiente. No intuyo que nadie pueda ofrecer más.
salut
La biología (vida) nos ofreció la oportunidad de vivir. Muchos se han quedado secos muy pronto. Celebremos que nosotros, no. Cuando esa biología, reclame la deuda, la saldaremos y... punto pelota. Mientras, mi único anhelo y propósito: Vivir en paz conmigo mismo.