Normalizando los drones

Concepción artística de drones volando en un entorno urbano cerca de grandes rascacielos de la ciudad. NASA / María Werries

Las aeronaves pilotadas a distancia podrían transformar la forma en que transportamos personas y bienes y brindar a nuestras comunidades un mejor acceso a servicios vitales, como la entrega de suministros médicos y un transporte eficiente. 

El subproyecto Pathfinding for Airspace with Autonomous Vehicles (PAAV) de la NASA está trabajando con socios para integrar de forma segura aeronaves de carga aérea y taxis aéreos remotos en nuestro espacio aéreo nacional junto con aeronaves tripuladas tradicionales.

Estos nuevos tipos de vehículos podrían hacer que las entregas de carga aérea y los viajes aéreos sean más asequibles y accesibles para las comunidades de todo el país.  

Las empresas comerciales están invirtiendo en tecnologías autónomas para permitir entregas remotas de carga aérea y operaciones de taxi aéreo.

La NASA está trabajando con la industria a lo largo del camino para identificar los desafíos técnicos únicos que deben superarse para poner de manera segura estos nuevos tipos de aeronaves en operación rutinaria.  

La principal diferencia entre los aviones tripulados convencionales y los aviones pilotados a distancia es la ubicación del piloto. Los pilotos a distancia operan los aviones desde una estación de control en tierra en lugar de desde la cabina.

Esto significa que los pilotos remotos necesitarán nuevos sistemas de automatización y apoyo a la toma de decisiones para operar la aeronave, ya que no pueden depender de sus ojos y de la vista desde la cabina. Como los pilotos remotos están en tierra, necesitan un enlace de comunicaciones fiable que les permita interactuar con la aeronave y mantener el mando y el control.

Según los investigadores de la NASA, si se pierden las capacidades de mando y control, un sistema autónomo tendría que asumir el control para garantizar que la aeronave no tripulada pueda volar y aterrizar de forma segura. Se deben implementar los procedimientos y el software adecuados para gestionar de forma segura las pérdidas fuera de lo normal de las capacidades de mando y control.

El control del tráfico aéreo puede ayudar a mantener la trayectoria del avión no tripulado libre de tráfico durante el despegue y el aterrizaje, mientras que las tecnologías de automatización a bordo tendrían que evitar todo el resto del tráfico, volar el avión a lo largo de una trayectoria conocida y verificar que la pista esté despejada para aterrizar.  

Fuente: Nasa Breaking News