¿Té o café?

Café o té, ¿cuál es mejor?

Oksana Karuna/Shutterstock
Francisco Les, Universidad San Jorge y Cristina Moliner Langa, Universidad San Jorge

Hay alimentos que parecen rivales: ¿kétchup o mayonesa? ¿Hamburguesa o pizza? Y uno de esos debates gastronómicos puede surgir desde que empieza el día: ¿qué es mejor tomar por la mañana, una taza de café o una de té?

En los países occidentales, por ejemplo, nos decantamos mayoritariamente por el café. Esto se refleja en los medios de comunicación, donde es común ver publicadas noticias sobre sus propiedades beneficiosas para la salud.

Pero ¿qué pasa con su “oponente”, el té? No hay que olvidar que hablamos de la segunda bebida más consumida a nivel mundial, solo detrás del agua, y que es muy popular en Asia y varios países de América del Sur. ¿Resulta igualmente beneficioso para el organismo? ¿Posee efectos similares al café?

El café tiene cafeína y el té, ¿teína?

Es una verdad por todos conocida que el café lleva cafeína y el té, teína… Pues no. Solemos usar este término para referirnos a la cafeína presente en el té, pero científicamente no existe como un compuesto distinto.

Planta de café. Noyolcont/Wikimedia CommonsCC BY

Los granos de la planta del café, que posiblemente tiene su origen en el norte de Etiopía, se procesan y se tuestan para elaborar la bebida. Además de la citada cafeína, contiene otros compuestos, como el ácido clorogénico, cuyos efectos antioxidantes ayudan a proteger las células del daño oxidativo y pueden tener efectos antiinflamatorios.

La cafeína es conocida por sus efectos estimulantes sobre el sistema nervioso central, lo que ayuda a mejorar el estado de alerta y la concentración. Numerosos estudios han demostrado que una taza de café puede mejorar el rendimiento cognitivo y la memoria a corto plazo. No obstante, el consumo excesivo puede generar efectos secundarios indeseados, como nerviosismo, insomnio o aumento de la frecuencia cardíaca, por lo que se recomienda moderar su ingesta.

El té: un rival silencioso

Al otro lado del ring, tenemos al té, una bebida originaria de China que ha conquistado todo el planeta.

Existen varios tipos, siendo los más comunes el té verde, el té negro, el té blanco y el té oolong, todos derivados de la planta Camellia sinensis. Como apuntábamos antes, contiene cafeína, aunque la cantidad exacta depende del tipo de té y su método de preparación.

Pero tampoco en este caso es su único componente, ni mucho menos.

Propiedades del té verde

El té verde, en particular, es muy reconocido por sus propiedades antioxidantes gracias a su alto contenido de polifenoles, como las catequinas. Las investigaciones han demostrado que estos compuestos proporcionan un efecto protector sobre el sistema cardiovascular y pueden ayudar a reducir el riesgo de enfermedades crónicas como la hipertensión o la diabetes tipo 2.

Además, a diferencia del café, el té verde contiene L-teanina, un aminoácido que promueve la relajación sin inducir somnolencia. Esto crea una sensación de “alerta tranquila”, que puede ser más suave que la producida por el café.

Té verde en polvo. Fern Gi Artwork/Shutterstock

Por último, algunos estudios sugieren que el consumo regular de té verde puede reducir el riesgo de ciertos tipos de cáncer, como el de mama y el de próstata, aunque los resultados aún no son concluyentes.

Virtudes del té negro

El té negro, por su parte, tiene más cafeína que el verde. Se ha demostrado que ayuda a mejorar la función cognitiva y la memoria de manera similar al café, si bien de forma menos intensa.

Además, es conocido por sus efectos positivos en la salud cardiovascular, ya que su consumo regular puede ayudar a reducir los niveles de colesterol malo (LDL) y favorecer el estado de los vasos sanguíneos.

Dichos efectos pueden ser comparables, e incluso complementarios, a los beneficios que ofrece el café en términos de salud cardiovascular, con mecanismos diferentes.

Té negro. vubaz/Shutterstock

Bonus: ojo, no todo lo que llaman “té” es té

Existen plantas y preparados que tradicional o popularmente son conocidas como “té” que no pertenecen al género Camellia: té de roca, té rooibos, té de manzanilla, té de burro, té de monte, té de tilo, té de menta, té de hibisco, té de hierbaluisa, té de romero, té de sauco, etc.

Estas plantas no contienen cafeína ni poseen propiedades estimulantes como el verdadero té (C. sinensis), aunque son apreciadas por diversas propiedades medicinales o su sabor en infusión.

Fin del combate, el ganador es…

¡No hay ganador! Tanto una taza de café como de té constituyen una gran elección. Como hemos comentado, ambos contienen cafeína en diferentes cantidades, lo que influye en la forma en que afectan nuestro nivel de energía y concentración.

Mientras que el café proporciona un estímulo inmediato y más potente, el té –especialmente el verde– ofrece una estimulación más suave y prolongada, con beneficios adicionales para la salud gracias a sus antioxidantes y compuestos únicos como la L-teanina.

Así que, para aquellos que buscan una alternativa menos intensa al café o desean aprovechar sus propiedades antioxidantes, el té puede ser también una excelente opción.The Conversation

Francisco Les, Senior Lecturer in Pharmaceutical Sciences, Universidad San Jorge y Cristina Moliner Langa, Lecturer, Universidad San Jorge

Este artículo fue publicado originalmente en The Conversation

7 Comentarios

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  1. Tot Barcelona

    Café, corto, expreso y sin azúcar.
    Salut

    Reply Delete 1 day
    1. Ricard

      Yo, ya renuncié al expreso. Café tipo americano (por goteo).
      Por la tarde, bebo te verde (cada vez menos)

      Reply Delete 1 day
  2. María

    Hasta hace unos seis o siete años, si no tomaba un café solo, tipo americano, q además volvía a cortar con agua, al levantarme y desde luego , antes de las 12 de la mañana además de q no era persona , me explotaba la cabeza de dolor, empezó a no sentarme bien, me revolvía el estómago, me ponía nerviosísima y probé el té verde y al comprobar q me sentaba de maravilla dejé totalmente el café, ahora sólo té, a veces solo te verde, otras matcha o té verde con menta , jengibre o cualquier otra cosa porque me gustan mucho experimentar con infusiones, así q gracias por toda la información, y sí , el té negro al menos en mi, produce el mismo efecto q el café, me pone eléctrica y además es mucho más amargo q el té verde...q sin duda es mi favorito : )
    un abrazo RICARD!

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    1. Ricard

      Haces muy bien. Café solo lo tomo cortado con dos gotas de leche (muy poca). Como le digo a Miquel, café de goteo, nada de exprés y mucho menos cápsulas. Pero esto es solo por las mañanas. Por las tardes, té verde y estaba perdiendo la costumbre. La voy a retomar (sin abusos). Abrazo también para ti. ¿Aún os queda alguna borrasca para enviarnos? 😊

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  3. Fackel

    Una copa de verdejo.

    Reply Delete 1 day
    1. Ricard

      No seas malo, Fackel, 😉 ese ya es otro cuento. Por cierto, que mi hígado ya se queja si bebo alcohol.

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  4. Francesc Puigcarbó

    Cigaló d'anís, per suposaiting,

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