Escupiendo porquería

Steve Bannon, repartiendo mierda a troche y moche.

Y es que no saben hacer otra cosa. Hay que ver como le jode a Trump y sus coristas, que ahora no sea precisamente el norteamericano más influyente del planeta. Lo han relegado a un segundo plano, no solo en cuanto a portadas se refiere, sino también a su capacidad de influenciar en las capas del mudo. Que otro norteamericano sea más influyente que él, le produce un prurito testicular insoportable.

El hecho de no ser creyente, me permite una objetividad que se incrementa por un segundo hecho: El de no tener color político. Y esa objetividad, es la que me dice que esa gentuza confunden sus más que corruptos sistemas, supuestamente democráticos, con el funcionamiento de la Curia Vaticana, que tiene unos estándares diferentes y cuya corrupción, si la hay, solo les afecta a ellos. 
Bannon suelta su porquería afirmando que la elección del Papa, estaba amañada. ¿Dirían lo mismo si el Papa León XIV fuera, como se dice coloquialmente, de su palo?
No me provoca ni un sudor en la uña del meñique. Me importa un pito desafinado, si hubo o no hubo amaño. Me importa, que le jode a Trump, y mucho. Eso me basta.
Y desde fuera de la comunidad católica, lo que puedo decir, es ellos saben aplicar como nadie aquella sentencia bíblica que dice:

Que sean los muertos los que entierren a sus muertos.