En nuestros sueños, Okanu y yo, vivimos a las afueras del pueblo de Yamanakako, en el distrito de Minamitsuru, en la Prefectura de Yamanashi. Se trata de un pequeño pueblo que no alcanza los seis mil habitantes y que baña sus pies en las orillas del lago Yamanaka, a la sombra del omnipresente Monte Fuji que siempre protagoniza el paisaje. Es una casa preconstruida, pero con elementos naturales en los que abunda la madera y está rodeada por un bosque de pinos japoneses, que dicho sea de paso, cuando no son bonsais, son bastante feos y sucios. Detrás tenemos un patio donde Okanu pasa media vida.
—Hola Noxeus, voy al jardín. Procura no molestarme en una hora.— me dice Okanu, mientras le veo dirigirse al fondo del patio, donde tiene un pequeño estanque, con peces de colores y a un escaso metro y medio de la boca de un pozo. —¿Vas a meditar? —No; solo voy a charlar con los crisantemos. —Pero bueno, ¿Me tomas el pelo, qué demonios dices viejo? No, si al final te voy a tener que llevar al loquero. Charlar con los crisantemos... por favor...! |
—Viejo lo serás tú... y además un burro ignorante. Veamos, zoquete, ¿por qué no puedo hablar con los crisantemos? Desde que los planté hace siete años, tienen la pretensión de que, en su día, adornarán mi tumba y yo, amorosamente, les voy preparando y explicando para que entiendan que no será posible. ¿Qué hay de malo en eso? Eso sí, no es fácil. Les cuesta entender que no quiero ceremonias, ni flores, ni rezos, ni música. Y ellos insisten. Antes de ayer, les expliqué lo de la cremación y se pusieron farrucos en que ellos quemarían conmigo. Para calmarlos les dije que tú, cuando yo muriera, reunirías a los amigos y celebraríais una fiesta y que ellos adornarían las mesas. Vale más que no te diga lo que me respondieron. —Venga hombre, no te hagas de rogar, ¿qué te respondieron? Respondieron que ni hablar del peluquín, que antes te asesinarían, haciéndote tropezar cuando saques agua del pozo y provocar que caigas dentro. Al parecer lo tienen todo estudiado. Ándate con cuidado. —Me das más miedo tú. |


Jo aniria amb compte, els crisantems no s'estan d'endergues. Estigues alerta que et veig dins del pou.
ResponderEliminar😉
Eliminar