Un mercadillo en el desierto

El poder té estranys companys de llit.

Ah las inmorales y repugnantes relaciones contractuales. Así se pueden regalar luego aviones de 400 millones de dólares.

Arabia Saudí, como todo el mundo sabe, lleva el apellido de la familia Al bin Saúd. Reino Árabe de los Sauditas. Camelleros y buscadores de perlas, se encontraron, allá por la primera década de los treinta, con petróleo. Dos empresas, las dos judías Standar Oil (Rokefeller) y Shell (nótese la ostra de su logotipo), de Lord Rothschild, abrieron la puerta a lo que hoy es aquello.
Hoy es el Trump quien le da la mano, pero ayer fue Obama.
En realidad quien se da la mano es el dinero que fluye a espuertas.
salut

No es sólo q todo se reduzca a money, q a Trump le de igual ser amigo de sus enemigos q enemigo de sus amigos o q esté dispuesto a montar un resort sobre más de 50.000 cadáveres y los q quedan por sumarse...Es la total y absoluta falta de escrúpulos de quienes dirigen este mundo y su desfachatez, les importa todo tres narices, estos tipos están por encima del bien y el mal .. Imposible q esto termine bien, ya sólo falta q aparezca en escena el anticristo : (