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El gilipolla

Eres un gilipollas que se cree perteneciente a un pueblo especial escogido por un tal Yahvé, si es que te quieres creer lo que dijo Moisés, después de agarrar un colocón en las cumbres del Sinaí. Es decir: Eres judío.
Hasta aquí poco mérito pues, como el Ratoncito Pérez, es cosa de los padres. Te llamas Netanyahu.
—Pero, la trayectoria militar del gilipollas,  dicen, los que ahondan en su biografía, que es «despiadada».
—Su trayectoria política, choricera.
—Su estrategia: Nos quieren exterminar, nos tenemos que defender. 

Y, ¿Cómo nos defendemos?

—Pues, llevándose a matar con todo quisque. Empiezan por inventarse ese hermoso cuento de «los colonos» que no es otra cosa que «los ocupas» pero en plan bestia. Empiezan a usurpar territorio, muchas veces incluyendo propiedades —continente y contenido— y no se llevan a la parienta, porque es árabe y les dan asco. Suele ocurrir que esos aguerridos colonizadores, son la purria asquerosa de la sociedad israelí, pero el hebreo medio, los ve con simpatía, pues como hormiguillas, van extendiendo el territorio. Son unos héroes.
Pero el gilipollas, tiene tanto asunto pendiente con la justicia que a su estrategia añade el terrorismo y como que piensa con los cataplines, no se le ocurre otra cosa que financiar a escondidas a Hamás. Qué mejor plan que retroalimentar los problemas. Es huir hacia delante y sin mirar atrás.

La historia sigue y en pocas décadas, ya se han rodeado de excelentes «vecinos» a los que tratar de chuparles la sangre (entiéndase hectáreas cuadradas) y un poco más allá, las tribus árabes, ahora forradas en oro, intentan un equilibrio imposible, aún y con la ayuda del "Gran Satán de las Américas" .
¿Cómo poner tropezones a ese equilibrio? —Se pregunta el gilipollas.
Fácil: Pongo en jaque al ayatolá, le aprieto los cencerros, hasta que le duela y ya tengo el lío montado.
Sirios y libaneses, con un cabreo monumental. Irak, viendo pasar drones y misiles por encima de su cabeza, de izquierda a derecha y de derecha a izquierda. Saudíes tragando saliva y finalmente los persas, ahora más conocidos como iraníes y que algún tonto rematado, sigue pensando que son árabes, a punto de explotar el país, cansados de ayatolines, pero al mismo tiempo (y esa es su idiosincrasia) dispuestos a morir dos veces si es preciso.
Iran: ¿Moverá ficha y despertará a sus aliados?
No me asombraría lo más mínimo de ver como esto despierta al dragón chino y al loco del frío norte.
Si ves los barcos contenedores y petroleros, parados en Ormuz, tiembla.

Es lo que tienen los gilipollas; sus gilipolleces las pagamos todos.