Menys curta, mes llarga

Més curta o menys curta, a mi, sempre se'm fa llarga. 
Però bé, una més que hem superat.Tot i que he de dir, que al meu poble, la gent, del barri que coneixem com a "nucli" s'han portat molt bé complint les normes municipals. A les 2 de la matinada ja no se sentia ni un sol petard. Dels barris perifèrics (Vallcanera, Mallorquines, Les Comes i King Park) no en sé absolutament res. Están situats entre 2 i 4 km., de Sils nucli.

La nit més curta?

Los días que precedieron a la fiesta de las hogueras lo hemos escuchado y leído montones de veces, tanto a amigos, familiares, y conocidos como en los medios de comunicación.
Pero por mucho que se diga, la noche de San Juan no es la más corta del año. Y en cualquier caso tendríamos que especificar que hablamos de la noche más corta en el hemisferio norte. En el hemisferio sur sería la más larga.
Pero tampoco. La noche más corta del año se corresponde con la de aquel día en la que el Sol pasa más tiempo sobre el horizonte, lo que sucede en junio en el hemisferio norte y en diciembre en el hemisferio sur. Es el día del solsticio de verano, que por convención marca el principio de esta estación y que si en el hemisferio norte ocurre en junio, en el hemisferio sur lo hace en diciembre.
 El inicio del verano, en el hemisferio norte, puede darse, a lo sumo, en tres fechas distintas del calendario vigente, del 20 al 22 de junio. A lo largo del siglo XXI el verano –insisto, en el hemisferio norte– se iniciará en los días 20 o 21 de junio según fecha oficial española, siendo el inicio más tempranero del siglo el del año 2096, pues ocurrirá a las 8:34 del 20 de junio, y el inicio más tardío el de 2003, pues el verano entró a las 21:12 del 21 de aquel año.
 Las variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario gregoriano con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del Sol, el llamado año trópico.
 El calendari julià, al que va substituir el gregorià, considerava que l'any tròpic estava constituït per 365,25 dies, quan la seva durada real és de 365,242189, fet que suposava un desfasament d'una mica més d'11 minuts a l'any, de tal manera que per 1582, quan es va instituir el calendari l'inici d'estiu d'aquell any va caure el 12 de juny.
foto: CC por Dani Vázquez


El calendario gregoriano, además de recuperar los 10 días perdidos, ajusta la duración del año a 365,2425 días y también cambió la norma de los años bisiestos, que en lugar de cada cuatro años como en el juliano hace que se exceptúen los años múltiplos de 100, a excepción de los años múltiplos de 400, que sí son bisiestos. Así que por eso baila un poco la fecha en la que cae el principio del verano y la noche más corta del año… Pero desde que está en uso el calendario gregoriano nunca será la noche de San Juan, por mucho que nos empeñemos en decirlo.
 Lo que sí es cierto es que al principio de nuestra era, antes de que se aplicara la corrección del calendario gregoriano, el solsticio de verano sí podía caer en el 23, 24, o incluso el 25 de junio, de ahí el origen de la confusión. Por cierto que es lógico pensar que el día más largo del año es también el día en que el Sol sale más pronto y se pone más tarde, pero en realidad no es así.
 Nuestros relojes están ajustados a un día solar medio, pero al ser la órbita de la Tierra elíptica, su velocidad de desplazamiento por ella va cambiando a lo largo del año. Esto, combinado con la inclinación de su eje de rotación, hace que haya un cierto desfase entre las horas que marca el reloj y la posición del Sol, desfase que se puede calcular con la ecuación de tiempo.

foto: noxeus

Fuentes: Wikipedia, Microsiervos, National Geographic