La hora del cuento. Robert Doisneau. 1956
Nada escapaba a los ojos de Doisneau. Ni en la vida de la calle ni en el interior de cualquier lugar en que ocurriera algo que despertara su interés.
Nada escapaba a los ojos de Doisneau. Ni en la vida de la calle ni en el interior de cualquier lugar en que ocurriera algo que despertara su interés.
Robert Doisneau (1912- 1994) fue uno de los fotógrafos urbanos y documentales con mayor sensibilidad para captar la belleza efímera de lo cotidiano.
Consciente de que las buenas historias suceden en lugares y momentos relativamente predecibles, se convirtió en un maestro de la espera y el diseño de las escenas, apostándose en los puntos de interés más relevantes de París hasta que ocurriera la magia que sólo su gran ciudad podía ofrecer.
Esta espera, disciplina extendida hoy día como la del ‘fotógrafo pescador’, propiciaba imágenes con una composición muy meditada y unos encuadres sobresalientes, muy avanzados en comparación a otros contemporáneos.
Vivió la época dorada de las revistas y, entre sus muchos encargos, trabajó en una serie sobre el romanticismo en la capital francesa. De ese encargo saldría la imagen de ‘El Beso del Ayuntamiento’, un icono de la fotografía del siglo XX que le alzaría hasta lo más alto para después hundirle en la mayor de las depresiones, ya que tuvo que lidiar con docenas de querellas de parejas que trataban de "mojar pan" reclamando derechos de imagen, otorgándose falsamente ser los protagonistas de la escena.
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fotografía
Una foto muy tierna. Muy especial. Una foto que da paz, que mira al futuro.
ResponderEliminarLas denomino "una bella foto"
Gracias por la explicación