Instinto básico

 
Ya antes de que bajáramos de los árboles, para afrontar la sabana, mucho antes de que fuéramos humanos en el sentido moderno de la palabra, aquellos proto-humanos temían lo que desconocían. Hoy seguimos del mismo modo. Básicamente por la razón de que el temor a lo que no se conoce (y eso incluye cualquier novedad que aparezca en nuestro entorno), forma parte de nuestro paquete de instintos básicos.
Los aproximadamente 4 millones de años que nos separan del Australopitecus afarensis y la evolución consecuente, no ha sido tiempo suficiente para encontrar una alternativa al instinto que despierta una novedad o lo desconocido.  Erguirse a dos patas, para poder ver a más distancia, fue una de las motivaciones que nos convirtió en bípedos. Es un ejemplo válido de la parte positiva del instinto.
Pero también nos conviene no olvidar que las más grandes salvajadas que los humanos hemos sido capaces de realizar, provienen del miedo a lo desconocido. Ante la incomprensión de un eclipse, sacrificábamos a nuestros hijos en un altar para apaciguar a los dioses. 

Hoy en día, la mayor parte de las causas que disparan ese temor a lo novedoso, provienen de los avances tecnológicos, que además de muchos, emergen muy rápidamente. Esto provoca una cierta incapacidad para digerir tanta novedad y aquel miedo instintivo del que hablamos, se magnifica exponencialmente.

A todo esto se añade la sobre información. No siempre auténtica, autentificable y veraz. Parece que la moda está en hablar de oídas y repetir como loros sin apenas pararse a reflexionar. Es más que evidente de que somos víctimas de este fenómeno.

Oigo hablar y hablar de la IA. Pero cuando me fijo, me doy cuenta de que el énfasis se centra en sus peligros, que los tiene, pero se silencian las enormes posibilidades que nos ofrece. Con el tiempo,claro, que no se tomó Zamora en una hora. El tiempo es muy necesario y tratar de acelerarlo no es muy aconsejable.

En cualquier caso, lo que considero realmente grave es caer en el error de confundir el origen del peligro.
¿A quién hay que temer, a la espada o a su portador?
Desafortunadamente, continuamos aceptando el vasallaje hacia los señores feudales. Ahora no se trata de su castillo como en el medievo. Pagábamos tributo para que "supuestamente" nos protegieran. Ahora en pleno siglo XXI otros señores feudales nos obligan al tributo: Mark Zuckerberg, Elon Musk, Pavel Durov, Jeff Bezos, y algunos más. Ellos deberían ser el centro de nuestras críticas y ellos son el peligro. Y no la Inteligencia Artificial, ni los algoritmos.

2 Comentaris

ESCRIU EL TEU COMENTARI
Una emoticona? Còpia i enganxa.
😀😁😂😃😄😅😆😇😈😉😊
😋😌😍😎😏😐😓😔😕😘😜
😞😠😡😲😳🙈🙉🙊🙏💩💪
També podeu afegir imatges o
vídeos, simplement escrivint la seva URL

  1. Això és el que diu Harari, per això va signar el manifest juntament amb més de cent persones preocupades precisament per això. Recordes el raig làser quan va sortir, a les pel·lis era el 'rayo de la muerte'. l'Exemple del tren no em val, era més ignorància que res, producte del desconeixement. Tot el que ens es desconegut provoca en nosaltres una sensació de por, de rebuig, des de sempre. Però no passa res, i anem avançant, qualsevol temps passat fou pitjor.
    Salut.

    ResponElimina
    Respostes
    1. Hararis i altres visionaris a part: A mi el que realment em preocupa (dins els paràmetres del meu estatus d'ancianitat galopant) és veure com es posa l'èmfasi en la maldat de la IA mentre s'oblida i passa per alt que són els que la fan servir malament, els veritables perills.

      Elimina

Publica un comentari a l'entrada

ESCRIU EL TEU COMENTARI
Una emoticona? Còpia i enganxa.
😀😁😂😃😄😅😆😇😈😉😊
😋😌😍😎😏😐😓😔😕😘😜
😞😠😡😲😳🙈🙉🙊🙏💩💪
També podeu afegir imatges o
vídeos, simplement escrivint la seva URL

Més recent Anterior