Girona, oscura y gris
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El puente tiene nombre: Pont d'en Gómez. Posiblemente, el acceso más directo al barrio antiguo de la ciudad de Girona. Un puente esbelto y fino construido en 1852 sustituyendo a una pasarela de madera.
Pero a pesar de ser el plano más próximo al observador, y el objeto menos interpretado de la imagen, no es el objeto principal de la imagen. Lo es su entorno. Son las fachadas de las galerías colgantes y ventanales que dan al río, las verdaderas protagonistas de la imagen.
El autor no pretende realizar una postal del entorno, que desde los años ochenta del pasado siglo dispone de un cromatismo y una paleta de colores realmente rica, sino que se inspira en el recuerdo que tiene de la época anterior. Entonces, el deterioro de las fachadas era realmente notorio y daba al conjunto un aspecto que podríamos catalogar de medieval.
Esa es pues, la intención creativa del fotógrafo: Cargar de valores impresionistas una imagen, añadiendo capas que podríamos llamar de «deterioro». Texturas apiladas sobre la imagen original, después de haberles sustraído todo el color, disminuyendo el efecto sobre el puente y acentuándolo sobre las casas.
Los puristas, (que solo se llaman así entre ellos mismos), suelen simplificar sus argumentos en contra de este tipo de fotografía apelando a una palabra: «edición» y les parece que solo una supuesta ortodoxia que respetas escrupulosamente la fiel reproducción del aspecto de las cosas, tiene sentido en fotografía.
Es la eterna lucha que tiene que mantener el arte, contra el conservadurismo involutivo.
Pintar con luz, tiene, ha tenido y tendrá todo el sentido y lo conserva desde los principios mismos de la Fotografia, ya desde aquellos lejanos principios del siglo XIX.
Nota: De vez en cuando traeré aquí, fotos especialmente de mi autoría, pero también de otros fotógrafos, para comentarlas y argumentarlas.
Pero a pesar de ser el plano más próximo al observador, y el objeto menos interpretado de la imagen, no es el objeto principal de la imagen. Lo es su entorno. Son las fachadas de las galerías colgantes y ventanales que dan al río, las verdaderas protagonistas de la imagen.
El autor no pretende realizar una postal del entorno, que desde los años ochenta del pasado siglo dispone de un cromatismo y una paleta de colores realmente rica, sino que se inspira en el recuerdo que tiene de la época anterior. Entonces, el deterioro de las fachadas era realmente notorio y daba al conjunto un aspecto que podríamos catalogar de medieval.
Esa es pues, la intención creativa del fotógrafo: Cargar de valores impresionistas una imagen, añadiendo capas que podríamos llamar de «deterioro». Texturas apiladas sobre la imagen original, después de haberles sustraído todo el color, disminuyendo el efecto sobre el puente y acentuándolo sobre las casas.
Los puristas, (que solo se llaman así entre ellos mismos), suelen simplificar sus argumentos en contra de este tipo de fotografía apelando a una palabra: «edición» y les parece que solo una supuesta ortodoxia que respetas escrupulosamente la fiel reproducción del aspecto de las cosas, tiene sentido en fotografía.
Es la eterna lucha que tiene que mantener el arte, contra el conservadurismo involutivo.
Pintar con luz, tiene, ha tenido y tendrá todo el sentido y lo conserva desde los principios mismos de la Fotografia, ya desde aquellos lejanos principios del siglo XIX.
Nota: De vez en cuando traeré aquí, fotos especialmente de mi autoría, pero también de otros fotógrafos, para comentarlas y argumentarlas.


7 comentarios
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😀😁😂😃😄😅😆😇😉😊😋😌😎😏😐😓😔😕😘😜😞😠😲😳🙏💩
Por otra parte la información que proporcionas me resulta esclarecedora.
La has acertado, al menos para mi. Lo que me agrada es que me las comentes, y me digas el "porqué de".
El detalle de " se inspira en el recuerdo que tiene de la época anterior. " es esencial.
Muy bien porque es así como puedo aprender.
Ya tienes tarea ¡¡
Las Casas del Onyar fueron restauradas en 1983 por los arquitectos Josep Fuses y Joan M. Viader, especializados en transformaciones urbanas, restauraciones y ampliaciones de edificios históricos, y proyectos de renovación de espacios públicos. De aquellos trabajos surgieron, entre otras cosas, los colores actuales del conjunto, escogidos a partir de un estudio previo de la coloración original presente en el casco antiguo de Girona, y realizados en colaboración con los artistas Enric Ansesa y Jaume Faixó.
Antes de eso, el aspecto, sin ser tan dramático como el que muestro en la foto, era realmente desastroso y respondía mucho a la afirmación de Josep Carner (Gerunda,1906), que djo quello de la "Girona grisa i fosca"
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