Diálogo de gatos

 ¿Qué, cómo lo ves?
—Cómo quieres que lo vea, lo veo mal Meeu, muy mal. Este mundo está lleno de borregos; de muy diferentes colores, pero igual de borregos. Con lana, con pelo, sin pelo, con gafas, sin gafas, pero aborregados unos y borregueros los otros. 

Coño Miaung, te has levantado con mal pie. No será para tanto, ¿no?
—Para tanto y para más.  Ahora resulta que soy antisionista. Ayer me llamaron nazi, antisemita, antisionista, y matajudios. Y todo porque se me escapó aquello de que a "esos" les das la mano y te arrancan el brazo. Y es que es verdad, joder!  La culpa la tienen esos cabrones coloniales esclavistas, que conmovidos por el tema del holocausto, o porque no los querían en su casa, les otorgaron el territorio de otros, para que por arte de birlibirloque lo convirtieron en país, nación y nueva versión de tierra prometida 2.0. Y claro, como quiera que se consideran pueblo escogido por Dios (que ya me perdonará este señor, pero tiene el gusto en el culo), se creen con el derecho a hacer lo que les da la puñetera gana. Y luego para colmo, cuando alguien les canta las cuarenta, ponen cara de "exterminado" y salen con la cantinela del antisemitismo. 

Cálmate Miaung, que te va a dar algo.
—Ya me calmo Meeu, ya me calmo. Pero ¿sabes? Lo que más me fastidia es tener que reconocer que si alguien les va a parar los pies, es ese otro corral de borregos "ayatólicos" herederos inmerecidos de lo que otro tiempo fue una gran cultura. Hablo de los iranís que "hablan persa en la intimidad" y español cuando han bebido. Y me fastidia. Me fastidia mucho. Estan esperando a Trump.
Oye... ¿no tendrás un cigarro?

No, ya no fumo. Solo bebo, de seis de la tarde, hasta media noche. Excepto cuando juega el Barça