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Aplíquense ligeros toques en las plantas de los pies, previa atadura de los mismo, firme y contundente. Con preferencia no utilicen cuerdas, sino ataduras confeccionadas con sábanas viejas rasgadas.
De suma importancia es no tener ansiedad por conseguir resultados. Se trata de un ejercicio parsimonioso que no debe estropearse por prisa alguna.
Muy importante es también, ofrecer a la víctima pausas reconstituyentes. El verdugo observará que llega un momento en que la risa descontrolada, da paso a ruidosos alaridos de desespero. Es el momento de parar y ofrecer un descanso.
Así pues, esta ocurrente tortura, puede entenderse como una obra de teatro con sus subidas y bajadas de telón.
Posiblemente en el segundo o tercer acto, la víctima no pueda controlar los esfínteres y llegue a mojarse escandalosamente. Si Vd. decide seguir, no debe preocuparse. No dude que acabará seco, con la mirada perdida, posiblemente ahogado en sus vómitos. Es decir; seco del todo.
Se me ocurren unos cuantos opositores. ¿Y a tí?
Se me ocurren unos cuantos opositores. ¿Y a tí?
La llista d'opositors seria molt llarga, deixem-ho de moment, no vull perjudicar a ningú.
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