De calenturas y el fin del mundo.

Imagen: Adobe Stock

Ayer me informaron de que la mejor terapia para mis pupitas, es precisamente lo contrario de lo que yo  pretendía. Nada de parar; muy al contrario... al ataqueeee!
Y como muy acertadamente me decía Carmela, a ser posible, en formato "simplemente tú"

Estaba reflexionando (y juro por os deus que no duele) que sobre el calentamiento del planeta hay tres posiciones representadas por sus correspondientes tribus urbanas; a saber:

Los informados. Son los que se preocupan de saber, acuden a fuentes más allá de la Sexta y Telecinco y bucean en "papers científicos". Aceptan el cambio climático como una realidad preocupante y tratan con su minúscula aportación individual de sumar a fin de conseguir soluciones.

Los uniformados. No es que vistan uniforme; lo que ocurre es que piensan uniforme. Son como la infantería, su opinión la marca el ritmo de un tambor y van uno al ladito del otro, procurando no romper la formación, ni el paso. No tienen opinión propia; solo una prestada: la negación. Lo niegan todo: la vacuna, la redondez del planeta, la llegada del hombre a la Luna lunera, la edad de la Tierra, la muerte de Bin Laden, la de Elvis, Lenon etc.etc.etc. Es una rareza que no piensen convencidos, que los niños vienen de París. 

Los Testículos de Jehoviene. Llamados así por manifestar semejanzas con ciertas ideas de los legítimos T. de Jehová. Ellos también viven despreocupados acumulando fechas de "fin del mundo" convencidos de que la cosa no va con ellos, que como pueblo elegido versión 2.0, tienen "dispensa" y junto con los 144.000 testigos auténticos de Jehová, (que ahora ya hablan de millones) escaparán a la extinción.  Este grupo, (no confundir con los Testigos auténticos) ven en el catastrofismo de los que piensan en la posibilidad de grandes destrucciones por el calentamiento, unos auténticos competidores. Algunas ramas de los testiculeros, afirman que la empresa del Sr. Tesla y sus propulsores espaciales recuperables (Space-X) en realidad son un complot para largarse del planeta y dejarlos a ellos, los Testículos de Jehoviene, despelotados y con el culo al aire (nunca mejor dicho).

Nota: He consultado con Google (OK Google) cuando era el próximo fin del mundo y también he formulado la consulta con la Srta. Alexa de Amazón.  Ambos servicios me han mandado a la mierda. 

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